lunes, 11 de febrero de 2013

Avanza convulso el siglo XXI

Avanza convulso el siglo XXI, contrastado, neurótico y psicotico, como lo es la propia civilización occidental, enfermiza cronica, envejecida y degenerativa.

En los aspectos materiales y sociales el sistema-mundo ha crecido con sus altibajos -ciclotimia psiquica colectiva- a lo largo de los últimos siglos, y se ha extendido geoculturalmente imparable, desde el inicio de la edad moderna. Pero en los aspectos intangible soy de la opinion que desde prácticamente el inicio del siglo XX, particularmente a partir del inicio de la decada de 1910, se produjo un particular giro materialista, tan atipico y enfermizo como practico y efectivo. Occidente midas.  La saturación de las consignas metafisicas del cristianismo, y las oportunidades reales de mejora en el plano historico y avocaron a un materialismo extremo, y a una etica desmoralizada y desmoralizante.

Tal y como a un bóvido se le puede seleccionar según la demanda cultural de un pueblo ganadero hacia la produccion de leche, carne o trabajo. Así las minorias intelectuales orientan a los pueblos. Nuestros abuelos, tras una contienda callada, dieron por vencedor al materialismo efectista surgido del mundo anglosajón. Cierto es que francia y alemania tuvieron su posibilidad y la perdieron por el intenso roce que producen las estrecheces europeas, y la intolerable soberbia de sus intentos imperiales.

Hay un blog  sobre economia, historia y filosofia que me parecen especialmente interesante y que sigo con cierta frecuencia, que argumenta con solvencia transdisciplinar las ineficiencias economicas, energeticas y sociopoliticas. Pero tambien lo hace desde un punto de vista material. La critica a la civilización occidental no solo debe ser social y politica, material al cabo, sino sobre todo espiritual. Sin un referente de trascendencia la centralidad del mundo hace del hombre un animal tiranizado por la materialidad historica.  

En el plano de las alternativas históricas concretas, sociales y materiales siento que la referencia son los llamados movimientos de transición que abogan por una recolectivización, desarrollo comunitario y los principios de la soberania alimentaria y energetica.  En lo colectivo el ser humano puede reducir los excrecencias del egoismo y egocentrismo, y permitir el florecimiento de una individualidad abierta a los demás. Siento que el personalismo, como fruto del existencialismo, sirve de base de minimos para construir un proyecto de trascendencia y de entrega prosocial.

Nada de todos estos referentes son suficientes por si mismo, pero la combinación en proporciones adecuadas de varios de ellos, pueden a dar la sociedad bases para reconstruirse, silenciosamente y en paralelo al descredito y la destrucción de las instituciones y consensos que han marcado la historia moderna.


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